Capitulo 1
-¿Bueno?
– pregunto aturdida por el sonido del timbre.
-Hola
Yanne ¿Cómo estás?
-¿Sebas? ¡Wow tanto tiempo! Bien gracias y ¿tú? – dijo sentándose en la
cama.
-Bien
gracias y… ¿tienes planes para esta noche?
-No,
pero estoy segura, de que ya los tendré ¿no es así?
-Si
quieres, por supuesto
-Claro
que sí, pero explícate.
-Oh
si perdón, lo que pasa es que Luca y yo tenemos ganas de verte a ti y a Lina.
-Espera,
espera. Esto me suena a que quieren algo ¿verdad?
-¡Claro
que sí! Queremos verlas…
-Mmm
no. Me suena a que quieren algo más- lo interrumpió sabiendo que había algo
oculto en todo esto.
-Yani
solo quiero,- se interrumpió con algo de nerviosismo - solo queremos verte a ti
y a Lina.
-Vale,
a qué hora y en donde.- se rindió sin más que discutir.
-¿Recuerdas
la cafetería a la que íbamos cuando estábamos en la prepa?
-¡Claro
que si, fui yo quien la descubrió! Por si no te acuerdas.
-Como
no, entonces nos vemos ahí a las ocho ¿te parece bien?
-Excelente
-Bueno
entonces nos vemos en doce horas. Bye
-¿Sebas?
-¿Si?
-La
próxima vez no me hables un Domingo a las ocho de la mañana ¿sale?
-Oh,
perdona.
-No
importa de todos modos ya es hora de levantarme. Nos vemos Sebas
-Adiós
Yanne.
Colgó
el teléfono sin decir nada mas, se recargo en la cabecera de su cama, y se puso
a recordar sus años en preparatoria. Realmente no había cambiado mucho desde
entonces, claro que solo habían pasado cuatro años desde que la termino.
Necesitaba ropa nueva, no. Se deshizo de esa idea rápidamente. No hacía falta,
solo iba a ver a sus amigos, solo amigos. Nada más.
Además
tenía otras cosas en que pensar, es Domingo único día que no trabaja, en el que
puede leer un poco mas y hacer los quehaceres de la casa, mas bien
“departamento”. Se levanto rápido, se agarro el cabello en un chongo y se fue a
desayunar, al terminar se puso a lavar los trastes y en seguida se puso a hacer
su quehacer.
Al
terminar vio que apenas era mediodía así que agarro el periódico y empezó a
buscar departamentos. Hace dos años que vive en este pero su idea siempre fue y
será comprar uno. Le encanta este pero ya que no se lo quieren vender, es hora
de buscar otro. Para su suerte ninguno le convence así que se puso a pasar un
rato en la computadora.
Ã
Cerró
la llave de la regadera, se seco y se fue directo a su habitación, agarro el
teléfono mientras se sentaba en su cama
y comenzó a marcar.
-Hola
Lina ¿como estas?- Contestaron desde el otro lado del teléfono.
-Muy
bien ¿y tú?
-Bien.
Sigo sin encontrar nuevo departamento
-Ya
llegara no te preocupes… ¿Crees que pueda llevar a Eduardo?
-¿Esta
noche? No lo sé, supongo que no, ya que hace mucho que no los vemos además no
creo que esa idea le agrade mucho a Sebas ¡jajajajaja!
-Jajá
que graciosa en ese caso tu no lleves a Rufus no creo que a Lucas le agrade.
-Vale
pues tregua, y Rufus y yo rompimos la semana pasada, ¿no te dije?
-¡No!
Sabes, no deberías cambiar de pareja tanto como cambias las sabanas.
-No
exageres ¿Quieres? ¿Debería llevar a alguien? No, no, y no, ¡deja de meterme
ideas absurdas!
-Bueno
que tal si llegamos juntas
-Me
parece mejor, entonces, ¿vienes por mí o voy por ti?
-Vienes
por mí.
-Ok
llego por ti a las siete. Conociéndote saldremos faltando quince a las ocho.
-¡Que
graciosa! Para tu información ahora me arreglo más rápido.
-Claro
que no.
-¡Bye!
-¡Ja!
Llego a las siete estate lista, Bye.
Ã
Colgó
el teléfono y fue a bañarse.
Al
llegar a su closet se quedo parada pensando que iba a ponerse, rápidamente
agarro un short de mezclilla que parecía desgastado aunque así es, apenas era
la segunda vez que se lo ponía, un blusón gris liso y unas mallas de red.
Una
vez vestida se puso unos de sus botines favoritos: los negros con cinta y tacón
del diez.
Se
seco el cabello con la secadora, se maquillo y fue directo a verse en el espejo
de cuerpo completo. Se inspecciono pero dejo de hacerlo al darse cuenta que
eran ya las seis y media, se puso perfume, aretes, anillos, collar y un
brazalete, agarro un saco de tres cuartos de manga negro y salió.
La
casa de Lina no quedaba realmente lejos, pero prefería llegar temprano, siempre
era así, no le gustaba llegar tarde, siempre puntual. Todo el camino se fue
pensando en lo que Lina le había dicho: “no deberías cambiar de pareja tanto
como cambias las sabanas” ¿a caso era verdad?
Se
estaciono y se dirigió a timbrar. Cuando Lina abrió la puerta se dio cuenta que
todavía no estaba vestida, seguía en bata, como había previsto
-¡No
puedo creerlo, sabes que la verdad es que si no puede ser que todavía no estés
vestida!-Grito enojada
-Cálmate
quieres.
-¡Sabes
que no me gusta llegar tarde!
-¡Apenas
van a ser las siete! Todavía hay tiempo Yanne no te alteres.-trato de
tranquilizarla pero era inútil ambas son tercas y ninguna iba a acceder tan
fácil así que lo dejaron por la paz.
Yanne
se sentó en el sofá a leer una revista en lo que Lina se arreglaba. Como estaba
predicho salieron faltando quince a las ocho así que tuvieron que darse prisa.
Lina llevaba un vestido corto de color rojo carmesí, al igual que Yanne traía
unas mallas pero lisas y unas botas del nueve negras, y una torerita negra
también, el cabello lo llevaba medio
recogido y al igual que Yanne lo traía ondulado y largo, aunque no del mismo
color ya que ella se lo pintaba y Lina.
Es curioso lo mucho que se parecen ambas, tal vez es por eso que son tan buenas amigas, se entienden mutuamente. Durante el camino estuvieron hablando de todos los momentos divertidos que pasaron los cuatro juntos eran buenos amigos pero nada más. Al salir de la preparatoria Lucas y Sebas fueron juntos a la universidad por lo que siguieron en contacto, mientras que Lina y Yanne estudiaron en distintas instituciones pero aun así siempre estaban al pendiente de una de la otra. Aunque tiempo después de terminar sus respectivas carreras empezaron a trabajar juntas. Sebas se comunico primero con Lina, aunque ella no sabe cómo fue que consiguió su número telefónico, Yanne dice que porque a él siempre le ha gustado ella pero a nadie le consta, y después le pidió el teléfono de Yanne para hablar con ella también. No saben porque ahora se les ocurrió la idea de verlas después de tanto tiempo pero, Yanne insiste que es solo una escusa de él para ver a Lina y claro que ella dice que la escusa es de Luca para ver a Yanne. Al llegar esperan de una vez por todas, saber qué es lo que se traen manos.
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