Capitulo 2
-Ahí hay un
lugar. Estaciónate
-¡Ya voy, la
próxima tu manejas!- se sentía algo frustrada y nerviosa a la vez, lo más raro
es que no tenía idea del por qué.
-Está
bien, ¡quieres calmarte! Yanne, no es una entrevista de trabajo ni mucho menos,
no importa si nos retrasamos unos minutos.
-¡Unos
minutos!- realmente se estaba poniendo furiosa- no entiendes que ya casi son
veinte minutos y es ¡tu culpa!
-Mi
culpa. No, es culpa del trafico, ¡no mía!
-Sabes
que no estoy de humor ya bájate del auto.
Salieron
y ambas tomaron aire y comprendieron que las dos tenían nervios así que sin
decir nada más se dirigieron a la entrada del café.
Al
abrir se dio cuenta de que nada había cambiado desde la última vez que
estuvieron aquí. Al voltear a la izquierda vio a un muchacho no muy alto pero
algo fornido de cabello rizado que en la tenue luz se podía ver que era café y,
estaba fumando un cigarrillo. Era Luca sentado en nuestra mesa de siempre pero
no había rastro de Sebas. Se quedaron paradas observando todo a su alrededor de
repente algo le llamo la atención, un muchacho alto, delgado no muy fornido de
cabello negro y liso, no demasiado corto, le cubría las orejas nada mas, su
piel era de un tono no muy claro. Y venia hacia ellas con un par de vasos que
podrían traer vodka, en algún punto pudo observar que sus ojos eran de color
verde agua. Se puso nerviosa y se le revolvió el estomago. Cuando estaba lo
bastante cerca para saludarlas, se dio cuenta que ese chico que le había
llamado la atención era Sebas.
Eso
no podía ser posible, como era posible que le llamara la atención, era ilógico.
“Fue efecto de la luz tenue, si eso es.” Se dijo así misma
-Hola
chicas- dijo con una sonrisa graciosa y coqueta (como siempre) y las saludo de
beso.
-Hola
¿qué es eso?– dijo Lina señalando el vaso, tratando de parecer interesada, para
que Yanne no hiciera algún comentario sobre el supuesto amor que le tiene el
por ella.
-Ho...ola.-
Yanne tartamudeo sin mirarlo a la cara todavía no podía creer lo que hace pocos
segundos había pensado.
-Bueno,
Luca nos está esperando, vamos- dijo haciéndose a un lado para que fuéramos por
delante.
-Hola
chicas ¿Como están?- dijo Luca saludándolas de beso.
-¡Hola
Luca, muy bien! Y ¿tu?- dijo Lina, que al parecer ya estaba más tranquila a
comparación de Yanne que estaba más nerviosa aun.
-
¡Hola Luca! ¿Qué tal? ¿Me prestas…?- dijo Yanne señalando el cigarrillo.
-Amm
claro- contesto pasándoselo.
-Gracias.-
lo agarro sentándose enfrente de Sebas a lado de la ventana.
Mientras
fumaba se quedo viendo hacia la calle, tenía que controlarse, solo fue un
accidente además no significaba nada, ¿por
qué hacia tanto alboroto por algo tan insignificante? Sebas siempre fue guapo,
no tanto como Luca, pero eso siempre lo supo, entonces ¿por qué se alarma ahora?
Tenía
que dejar pasar eso y dejar de tomarle tanta importancia, no es nada importante,
ni de qué preocuparse, así que tenía que olvidarlo. Respiro profundo mientras
apagaba lo que quedaba del cigarrillo en el cenicero, pensando “no lo evites
porque si no, le vas a dar mucha importancia, es guapo lo sabes, ¿te interesa?
No realmente así que ya no paso nada…”
-Yanne,
Yanne, ¡Yani!- dijo Sebas lo que causo en ella una especie de escalofrió.
-¡QUE!-dijo
regresando a la realidad, algo frustrada ya que odiaba que la sacaran de sus
pensamientos pero claro eso ya lo sabían ellos.
-Solo
preguntaba que como te ha ido.- respondió Sebas con una sonrisa tan encantadora
que a Yanne le dieron ganas de golpearlo.
Eso
era, regreso la sensación que siempre sentía, todo estaba como antes, todo era
casi igual.
-¡oh!
Bien realmente, doy clases de baile en Perl’s una escuela privada especializada,
la abrió una maestra que tuve y me invito a trabajar ahí y como toda
institución necesitan un psicólogo le hable de Lina y le pareció una gran idea.
Desde entonces trabajamos juntas.
-Así
es, es un buen trabajo en verdad que lo es. Pocas horas y buena paga, que más
podía pedir. Pero díganos ¿qué hay de ustedes chicos?-pregunto Lina con algo de
curiosidad.
Ambos
se miraron a los ojos y fue Luca quien contesto:
-Por
eso las queríamos ver. Resulta que en quinto semestre de arquitectura un
profesor nos pidió ayuda con un trabajo que tenia con un gran empresario, el
señor Foster. Hace unos meses no lo encontramos y nos pidió nuestro teléfono,
ya que le había gustado nuestro trabajo y dijo que tenía un proyecto en mente y
quería que participáramos. Un par de semanas después nos llamo, dijo que le
interesaba hacer negocios con nosotros pero solo si teníamos una empresa. Y
como no la tenemos nos quedamos de ver para arreglar eso, en verdad quiere
trabajar con nosotros, como sea. Estuvimos hablando y pondremos un pequeño
despacho nosotros dos y el señor Foster será nuestro patrocinador.
-¡Felicidades!-
dijo Yanne mientras encendía otro cigarro.
-Señor
podría traernos un par de Daiquirí para
las señoritas por favor. Dijo Sebas señalándolas a ellas.
-Que
sea solo uno y un Negroni por favor.- lo interrumpió Yanne antes de que se
fuera el mesero.
-Bueno
ya como sea, ¿Qué tiene que ver esto con nosotras? – esta vez fue Lina quien
hablo, estaba algo impaciente.
Sebas
continúo:
-Lo
que pasa es que necesitamos por requerimiento a una recepcionista y pensamos en
ustedes dos, ya que Yanne es muy buena negociando y con la publicidad y tu Lina
eres psicóloga y buena para convencer a las personas. Se nos ocurrió que ambas
podían hacer el trabajo y así es menos tiempo para cada una.
-Estás
diciendo que Yanne y yo trabajemos para ustedes de recepcionistas medio tiempo
cada una.-dijo mientras le daba un sorbo a su bebida.
-Más
bien que se repartirían el trabajo, me refiero a que Yanne sería nuestra
recepcionista y tu solo vagarías por ahí mientras hay algo que hacer.
-Me
convenciste en verdad lo hiciste, acepto. Y ¿nos van a pagar bien? Por
cierto ¿Dónde está el edificio?-pregunto
casi sin respirar, realmente estaba emocionada.
No
es que Lina sea floja solo que siempre quiso trabajar con sus amigos y que
mejor si no hace mucho esfuerzo, además odiaba trabajar con niños aunque nunca
se lo ha querido decir a Yanne.
-Sí,
les pagaremos bien y el edificio está en la ciudad. Pero, enfrente hay unos
departamentos en venta, el señor Foster conoce al dueño y nos haría un gran
descuento para dos departamentos, todavía no sabemos cuáles, porque queríamos
hablar primero con ustedes. ¿Qué dicen?-dijo Sebas mientras miraba a Yanne
quien estaba solo escuchando mientras miraba su vaso medio vacío.
Fue
entonces que voltio hacia ellos y dijo:
-Pues
vayamos a verlos antes de que se venza mi contrato.-todos se alegraron al ver
que la habían convencido.
Al
terminar la velada salieron para irse cada quien a sus casa, Lucas y Sebas habían
llegado en taxi y Lina se ofreció para llevarlos a ambos pero solo Lucas acepto,
ya que quedaba de pasada, aunque el carro era de Yanne ella prefirió compartir
el taxi con Sebas que ir con Lina y sus comentarios acerca del supuesto amor
que le tiene Lucas a ella. No es que no le agradara, si no que son amigos y
ambos no pueden mantener una relación, por lo que serian un desastre juntos sin
contar que solo se quieren como amigos. Por lo que Lina tendrá que ir por ella,
así que tiene otro punto a su favor.
-Bueno
chicos nos vamos, nos vemos mañana.-se despidió Lina y después subió al carro.
-Bye
chicos nos vemos.-dijo Lucas antes de subirse.
-¡Adiós!
Y Lina por favor no llegues tarde mañana.-exclamo Yanne con esperanza de que le
hiciera caso.
-Adiós.
Sabes que llegara tarde ¿verdad?-le pregunto Sebas a ella con su típica sonrisa.
-Si
lo sé, solo espero que no sea demasiado.- suspiro sin más que decir.
-Mira,
ahí viene un taxi vamos.- Dijo el mientras le hacía señas al taxi para que
parara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario